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viernes, 14 de septiembre de 2012

Masivo cacerolazo revela una Argentina dividida

Con consignas como "Basta de inseguridad", "Yo no tengo miedo", "Basta de mentiras" y "No a la re- reelección, miles de manifestantes salieron a las calles y principales plazas del país para protestar contra el gobierno.

En los últimos tiempos se ha notado un creciente malestar en la sociedad por algunas actitudes y decisiones del gobierno que no se condicen con la viviencia cotidiana del ciudadano común. La inseguridad no es "una sensación" hay un récord histórico de muertos por inseguridad y droga, mismo aquí en Gonnet, hace ya varios años que dejamos de vivir en el paraíso.

Por otro lado, la negación sistemática de los gobernantes a tratar estas temáticas ofuscan al ciudadano común que sabe, por patear la calle, que la realidad está a la vuelta de la esquina. Un kilo de papa vale 7 pesos, un litro de leche 6.50 y el riesgo de saber que quien te asalta hoy es posible que te lo encuentres mañana ya que la policía tarda más en hacer el papeleo del delito que sufriste que el delincuente en salir a la calle para reincidir. 

El papel de los medios


De acá a diciembre hay que prepararse para ver una creciente difusión de los hechos de inseguridad y distintos tipos de crisis política, social y económica en aquellos comunicadores corporativos que se ven perjudicados en sus intereses por la posible aplicación de la Ley de Medios en todos sus términos. De ahí a que muchas veces se haga recurrente una mentira oficial y una verdad clandestina ya que la manipulación de la noticia por intereses creados siempre existió, pero en el contexto actual ha crecido de manera desmedida y en ambos sectores. 

La aplicación del periodismo independiente se torna muy difícil ya que a medida que avance el tiempo seguirán radicalizando las posturas. Nos guste o no, la sociedad está dividida. La política de confrontación llevada adelante por algunos actores del poder ha sumado a la sociedad a una participación activa, preocupante y peligrosa que genera un caldo de cultivo a un espiral de violencia con un final abierto que puede vulnerar el aire democrático con actitudes intolerantes y autoritarias que debieran haber sido superadas hace ya largo tiempo. Tengamos siempre presente que hoy por hoy, estemos de acuerdo con el gobierno o no podemos expresarnos y la herramienta debe ser el voto y no otra.