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sábado, 9 de julio de 2011

Dolor y consternación por la muerte de Facundo Cabral


Nacido en La Plata, querido y respetado en la comunidad artística internacional, el cantautor fue asesinado hoy sábado en Guatemala.

Facundo Cabral fue asesinado hoy sábado a la madrugada en Guatemala, donde la camioneta en la que viajaba fue blanco de una balacera. La noticia conmovió al ambiente artístico dentro y fuera de nuestro país, y los mensajes de dolor y respeto no tardaron en llegar.

Alberto Cortez, que protagonizó la gira "Lo Cortez no quita lo Cabral" junto al cantante se manifestó "sorprendido y dolorido" por el asesinato de Cabral, a quien definió como un "buen amigo" con quien compartió una gira de cuatro años por varios países de América. "Desde el punto de vista humano se pierde un buen tipo", resaltó el artista.

Para Cortez, Cabral había "aportado una cosa diferente a la música argentina. No sólo fuimos buenos amigos, sino que hemos caminado cuatro años juntos por teatros y países de esta América nuestra y hemos tenido el beneficio de recoger homenajes y aplausos", convino Cortez sobre su colega.


"Yo recorrí con Facundo toda América Latina y parte del mundo", aseguró Cortez recordando los años que compartieron con el espectáculo "Lo Cortez no quita lo Cabral" y "Cortezías y Cabralidades", que los mantuvo juntos entre 1994 y 1998 y con los que grabaron tres discos.

“Facundo fue un gran amigo con una especial calidad y capacidad para transmitir su misticismo a la gente". Cortez señaló que se trató de "un accidente dramático" que atribuyó a "la violencia del narcotráfico que asola a parte de América Latina", haciéndose eco de las versiones periodísticas que indican que el atentado que costó la vida de Cabral estaría dirigido al productor nicaragüense Henry Fariña, que viajaba con él.


Por su parte, el líder de Los Chalchaleros, Juan Carlos Saravia, habló de "un atentado contra la cultura".


"No puedo creer lo de Facundo Cabral. Esta noticia enluta a todos los artistas del planeta. Hombre de palabra justa", sostuvo por su parte Ricardo Montaner a través del twitter.


El cantante Jairo recordó a Cabral como "un hombre de un ingenio extraordinario y de gran sentido del humor. Fue el último caminante", expresó Jairo, quien lo consideró "un tipo muy sorprendente, que tenía una actitud muy particular con el mundo del espectáculo". El cantante recordó a Cabral en sus presentaciones: "Tenía éxitos descomunales y de repente se iba del lugar donde tenia tanto éxito. Parece que el éxito no era para el lo que iba a buscar o anhelaba conseguir", dijo.

Mientras tanto, la conmoción por el crimen generó todo tipo de hipótesis, mientras que el presidente guatemalteco, Álvaro Colom, aseguró tener "datos concretos" para la investigación del hecho. Por su parte, la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú sostuvo que el asesinato del cantautor "no fue un crimen común, sino de alto nivel".

Colom confirmó en una conversación con su par argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que el atentado a Cabral se trató de algo "planificado", pero Menchú agregó que "los responsables de este homicidio fueron los fascistas de la extrema derecha que gobiernan detrás del terrorismo y el miedo que están pidiendo cambios" en el país Centroamericano.

"Es una tragedia enorme, estoy demasiado triste porque creo es un hecho muy grave para nuestros pueblos de Argentina y Guatemala, y la izquierda, ya que Facundo era un hombre progresista de muchos ideales. Él había salio del exilio por las la dictaduras militares", remarcó Menchú.

De esta manera, la líder indígena guatemalteca y defensora de los Derechos Humanos, miembro del grupo Quiché - Maya, se refirió al asesinato de Cabral, ocurrido esta mañana en la ciudad de Guatemala durante un atentado cometido por un grupo de desconocidos que persiguió el vehículo donde viajaba rumbo al aeropuerto local y lo atacó a balazos.

"Este crimen trae un mensaje grande. Lo asesinaron por su pensamiento y no por otra cosa", analizó Menchú en declaraciones. Para la premio Nobel de la Paz, los asesinos de Cabral "son profesionales y estratégicos que quieren golpear en nuestra lucha en América latina y a la izquierda en Guatemala".

"Quiero que los asesinos se pudran en la cárcel, porque sino van a seguir matando a grandes talentos de la humanidad", sentenció Menchú


Esa vida, que se apagó hoy de una forma trágica y violenta en Guatemala, comenzó el 22 de mayo de 1937 en nuestra ciudad de La Plata, en el seno de una familia marcada por el abandono de su padre, Rodolfo, cuando Cabral aún estaba en el vientre de su madre.

"Soy un tipo de suerte", dijo el artista, al relatar que él y dos hermanos son sobrevivientes de un total de siete hijos que tuvo su madre, Sara, quien sola, acosada por la pobreza, resolvió mudarse a Tierra del Fuego, en el extremo sur de Argentina.

Autista, según reveló alguna vez el propio artista, Cabral dijo su primera palabra a los 6 años, al pronunciar el nombre de su madre.

Volvió a hablar a los 9, cuando detuvo el auto oficial que trasladaba al entonces presidente Juan Domingo Perón, le preguntó si había trabajo y la esposa del mandatario, Evita, se alegró de que "por fin" alguien pidiera empleo y no limosna y ordenó a los suyos que le dieran un trabajo a Sara.

Así, la familia se traslada a la ciudad bonaerense de Tandil, donde Cabral, mientras trabaja como peón rural, toma contacto con la música folclórica, pero también con el alcohol y la delincuencia.

Por robar, es enviado a un reformatorio, donde, gracias a un jesuita, mitiga su comportamiento violento entre los libros de una biblioteca.

Finalmente se escapa y se produce el mítico encuentro con Simón, un vagabundo que le hizo descubrir a Dios al recitarle el Sermón de la Montaña y, además, dar el empujón inicial a su carrera musical pues aquella experiencia epifánica le movió a componer su primera canción "Vuele bajo", una canción de cuna.

Con su guitarra al hombro, pocos años después, se mudó a la turística ciudad bonaerense de Mar del Plata, donde el dueño de un hotel le dio la oportunidad de cantar en público por primera vez.

Se consagró en 1970 con "No soy de aquí, ni soy de allá", canción mundialmente famosa.

Predicador del "cristianismo ecuménico", a Cabral se lo escuchó incansablemente hablar de Jesucristo, de Gandhi y de la Madre Teresa de Calcuta.

Cabral relató que una vez le preguntaron a la beata si tenía amigos artistas, en referencia al cantautor argentino, ella respondió: "El no es artista. Es un testigo. Es un testimonio de lo que puede hacer Dios con tu vida si te dejas llevar por Él".

Además de su mensaje espiritual, sus canciones se caracterizaron por un tono de crítica social y protesta, rasgo este último por el que se vio obligado a exiliarse en 1976, con el advenimiento de la dictadura militar que gobernó Argentina hasta 1983.

Exiliado en México, siguió con su carrera musical. A los 40 años, conoció en Nueva York al "amor de su vida", una joven veinte años menor que él con la que tuvo una hija. Ambas murieron en un accidente de avión.

Abatido por la tragedia, fue precisamente la Madre Teresa quien le sacudió preguntándole "Facundo, ¿dónde vas a poner el amor que te va a sobrar?", y así se lo llevó a bañar leprosos a Calcuta.

En 1984, regresó a Argentina para ser profeta en su tierra, vendiendo discos y llenando teatros y estadios.

Hombre de mil anécdotas, de vida intensa, vivía desde hace algunos años en un hotel de Buenos Aires, ya casi ciego, pero sin dejar de crear y comunicar su arte.

Grabó decenas de discos y escribió varios libros, una decena de ellos editados, entre ellos "Borges y yo", donde repasa sus diálogos con el célebre escritor argentino.

Declarado por la Unesco "Mensajero mundial de la paz" y nominado al Nobel de la Paz en 2008, Cabral murió paradójicamente víctima de una atroz violencia, a la que no le tenía miedo.

"Si estás poblado de amor no podés tener miedo porque el amor es valentía. Yo me crié en la violencia, con siete hermanos, nueve años en el desierto y cuatro de ellos murieron de hambre y de frío. Me crié con la violencia, luego la dictadura, el abandono de mi padre", dijo Cabral el año pasado, en un entrevista en México, cuando le preguntaron si no tenía miedo de actuar allí.

Fuente: Web