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viernes, 13 de mayo de 2011

City Bell: Nene cayó a una pileta y fue salvado por un efectivo de la Federal

Un efectivo de la Policía Federal le salvó la vida a un nene de 2 años que había caído a una pileta en City Bell y no tenía signos vitales a causa del agua ingerida


 
Le practicó maniobras de resucitación y una vez que recobró la conciencia, lo trasladó hasta el hospital San Roque donde fue estabilizado y, tras dos días de internación, fue dado de alta.

“Cuando llegué, una persona lo había sacado del agua. Pero no respiraba ni tenía pulso: estaba pálido y tenía el cuerpito muy frío. Traté de tranquilizarme, le pedí a Dios que me ayudara y entonces le practiqué las técnicas de RCP. Tras varios minutos de darle aire y apretarle el pecho, escuché un quejido muy suave en su boca y sentí que le estaba haciendo bien”, relata el suboficial, César Perich, de 40 años.

La dramática historia ocurrió el domingo último cuando el suboficial se encontraba en la puerta de su casa lavando el auto. “Era el mediodía y me disponía a comer en familia. Pero de repente apareció una mujer desesperada y me preguntó si no había visto pasar a un chiquito que estaba perdido. Le digo que no y me sumo a la búsqueda. Luego una mujer de una vivienda de la esquina gritó ´¡Se cayó a la pileta!´ Entonces volví a mi casa y le pedí a mi mujer que llamara a una ambulancia y corrí hasta la quinta donde se había producido el accidente. Me encontré con una escena terrible: el chico sin signos vitales en medio de llantos y el griterío de sus familiares”, explica César.

El pequeño se encontraba con sus padres en una fiesta de cumpleaños realizada en una quinta y, al parecer, se escabulló del comedor hasta el terreno donde está ubicada la piscina. Cuando sus familiares lograron ubicarlo, el menor yacía bajo las aguas hacía varios minutos.

En medio de la tensión y la angustia, el agente practicó a la criatura maniobras de resucitación cardiopulmonares (RCP) durante unos cuatro minutos. “Fue la primera vez que lo hice. Por mi inexperiencia no pude sacarle el agua pero logré reanimarlo. Empezó a emitir un quejido más fuerte e incluso largó saliva. Entonces lo desvestí y le quité el pañal para secarlo. Luego lo cubrí con una campera porque tenía hipotermia. Finalmente lo trasladamos en un patrullero de la comisaría local hasta el hospital San Roque de Gonnet. Allí lo estabilizaron pero como no podían subirle la temperatura lo derivaron al Hospital de Niños de La Plata”, recuerda el heroico policía.

Iván permaneció en la sala de terapia intensiva varias horas hasta que fue estabilizado. “Recién pude verlo el domingo a la noche. Ya lo habían trasladado a terapia intermedia pero aún tenía pequeños espasmos”, agrega César. Fue allí cuando pudo abrazarse con los padres de la criatura que le expresaron su “eterno” agradecimiento.

El niño fue dado de alta el último miércoles y no sufrió secuelas. Ese mismo día César viajó hasta el domicilio de Iván, en el barrio platense de José Hernández, y se reencontró con la criatura. Pelich se desempeña como efectivo de la Subdelegación de la Policía Federal en Avellaneda. Vive con su mujer Adela y sus dos hijos Ian (8) y Máximo (1) en una vivienda de la calle 14 de City Bell.