Encapuchados, con palos y armas de fuego penetraron en el inmueble, donde además funcionan una sede del Registro de las Personas y del Banco Provincia, mientras diversos vecinos intentaban realizar los trámites.
“Es increíble lo que pasó. Les robaron a empleadas de la Cooperativa, las amenazaron y hasta se llevaron elementos de valor del edificio”, narró entre sorprendido e indignado el presidente de la Cooperativa, Matías Martín Asmar.
Las personas que estaban en el lugar huyeron despavoridas ante la violencia de esta patota que no se identificó con ningún tipo de bandera, pancarta ni consigna. Incluso personal policial de la Comisaría Séptima de Abasto tuvo que intervenir para disuadir a los violentos.
Ricardo Díaz, tesorero de la entidad, contó que “agredieron hasta al personal policial, que debió reprimir, para impartir nuevamente el orden”.
Martín Asmar cree que detrás de todo esto hay un trasfondo partidario, vinculado con la anterior
conducción de la entidad, ligada al concejal bruerista Gabriel Céspedes. “Acá nos atacó una patota de Céspedes. Vimos entre la gente a dos punteros de él, a Lilia Planes y Tomás Báslamo. Sinceramente, no sabemos qué quieren ni qué piden. Entre los manifestantes no había ni siquiera usuarios de la Cooperativa, mucho menos socios”.
Los directivos de esta Institución recordaron que el gobierno municipal de Julio Garro denunció penalmente a Céspedes por ser el autor intelectual del ataque al edificio municipal, consumado el 18 de agosto último. “Acá usaron la misma metodología. Quieren imponer la violencia, porque saben que no tienen razón”, resumió Martín Asmar.
Las autoridades de la entidad de Romero, que le brinda el servicio de agua a más de 3.000 usuarios, radicaron las correspondientes denuncias por robos, daños y amenazas en la Comisaría Séptima y tomó intervención el fiscal de turno, Alvaro Garganta.
Pese a estos ataques, el servicio para todos los usuarios se brinda con normalidad, y no se verá alterado bajo ningún punto de vista.
