No es Venezuela, es Argentina. El gas natural comprimido aumentó más del 200% con respecto a los últimos meses del año pasado. Inclusive en marzo de este año se estaba pagando a razón de $1 por metro cúbico al distribuidor mayorista y ahora se paga $3.2, es decir, un aumento del 220 por ciento. Este combustible afecta al transporte público como los remises, los taxis y las camionetas que hacen repartos; lo cual, tarde o temprano va a incidir en los costos que tienen quienes lo utilizan.
Aceite, leche y sus derivados
Parece increíble pero en un país que produce combustibles, la nafta se convirtió en una de las más caras del mundo. Por encima inclusive de países que no la producen . Y si vamos a los productos de primera necesidad el aceite comestible que hace un tiempo valía $18 en un conocido supermercado chino de Gonnet hoy vale $38. Pero a esto le tenemos que sumar situaciones impensadas.
Racionamiento, como en tiempos de guerra. Algunas cadenas de hipermercados de la zona permiten a sus clientes llevar sólo 1 ó 2 unidades de aceite o exigen una suerte de "promo" en donde además del aceite hay que llevar obligatoriamente otro producto y la especulación fomenta las peores prácticas de los empresarios que se abusan de su situación de privilegio y hacen desaparecer determinados productos de la góndola. Algo que en realidad no es nuevo, ya pasaba antes pero ahora se ha acentuado en una Argentina donde el Estado está ausente a la hora de defender al consumidor. Entonces, desaparecen ciertos productos básicos, no hay leche de determinada marca, desaparece la manteca, aceite en cuentagotas. ¿Cómo puede ser si nuestro país es productor de nuestros alimentos? La excusa, para disimular el descontrol es un libreto muy conocido, problemas estacionales , que llovió mucho, que llovió poco, que hay mucho sol que hay poco sol. Lo cierto es que las cosas siguen aumentando y no hay como dijo alguien alguna vez una verdad más grande que la realidad. Estamos en épocas de racionamientos y tarifazos. El pueblo deberá esperar.
