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| Foto de internet |
Un vecino, se comunicó con esta redacción para hacer llegar su queja por las grandes demoras que habitualmente tienen algunos ramales del 273. Cerca de las 18 horas esperó por un espacio de 40 minutos algún micro en Camino Belgrano altura 501.
Según consignó el joven, al regreso se cansó de esperar que pasara algún micro de cartel verde en Belgrano y 530. Luego de pasados los 50 minutos, vio como pasaban 3 unidades de ramales letra D y tres de la letra I (cartel rojo por Centenario) entonces ya cansado de esperar decidió irse a tomar algún micro de la línea Norte.
Ya alejándose de la parada vio que doblaban justamente tres micros cartel verde todos juntos: B11, BG y BC.
Apostando a que el Norte no le fallaría , el joven volvió a perder consigo mismo, pues la línea Norte lo dejó "plantado" por espacio de 20 minutos más, cuando nuevamente aparecieron "todos los micros juntos": ramales 18, 10 y 11.
El viernes pasado, otra vecina de Gonnet comentó también a este medio que estuvo por un plazo de casi una hora en la parada de Plaza Moreno esperando el ramal H por 28. Con asombro y ya indignación, vio como desfilaban tres D, tres I, BG, C, C 1 y 49, entre otros. Menos la que ella
necesitaba, que nunca llegó y terminó tomando la letra C para caminar desde el Camino Belgrano hasta 28 y 500 en medio de calles asiduamente transitadas por motochorros como más de una vez vecinos denunciaron robos callejeros en inmediaciones de Plaza Almafuerte.
"Podía haber llegado tranquilamente una hora antes a mi casa y no quedarme ahí tomando el rocío de la noche sintiendo como bajaba la temperatura y me subía el frío por la planta de los pies atravesando el calzado. Cuando subí al micro, le dije al chofer que era una vergüenza, que hacía una hora que esperaba la H". A lo que el chofer le contestó. "Así dicen". Como si la mujer le llevara un chisme y no una indignada queja ya que uno paga por el servicio. "Que sea un transporte público, de ninguna manera quiere decir que sea gratuito. No nos están haciendo el favor de llevarnos gratis. Nos cobran boleto que además es caro. Un boleto por viajar parados, apretados como si fuéramos ganado, que ni las pobres vacas merecen ese trato".
La ciudad creció en población, pero las frecuencias siguen siendo las mismas que hace décadas atrás. En lugares como Avellaneda, Lanús, Quilmes, las unidades circulan cada cinco o diez minutos. Aquí esperar un micro es como esperar que llegue un milagro.
Ver que si uno pierde un micro pierde todos, es algo común para los platenses, ciudadanos de la Capital de la provincia de Buenos Aires cuyas empresas de transporte brindan un servicio del subdesarrollo que ni en la aldea más remota de un país emergente podría ser tan malo como lo que nos toca a los residentes de nuestra ciudad.
