El presidente Temer dio la orden al Ejército y al resto de las fuerzas de seguridad de salir a las calles de Brasilia a reprimir las protestas en su contra, deslegitimado y abandonado por sus aliados tras las pruebas de corrupción en su contra.
La salida represiva, acerca a Temer a un régimen autoritario. Un presidente que no llegó al poder por el voto popular y decidido a resistir, pone al país más poderoso de Sudamérica cada vez más cerca de un estallido.
La crisis institucional se agrava minuto a minuto y el impacto de la inestabilidad brasileña puede afectar seriamente la economía del resto de sus países aliados.
Hoy las calles de la capital, Brasilia, se tiñeron con sangre y el punto de inflexión popular es "Fuera Temer" o "el presidente renuncia al cargo" algo que ya le pidieron sus propios allegados. O Brasil va camino a un régimen autoritario, elecciones piden los brasileños pero Temer sabe que si renuncia, su futuro está mas cerca de la cárcel que de la política.
Hoy América mira con preocupación a Brasil.
