*Analista y Consultor político
Seguramente cuando joven nunca pensó en llegar a ser Papa pero quizás sí fantaseo en ocupar el lugar de Perón.
El futuro, su esfuerzo e inteligencia lo sorprenden hoy siendo las dos cosas a la vez.
Alguien que se formo en el peronismo y abraza el pensamiento de los jesuitas es competitivo para hacer política en cualquier institución y llegar al poder.
En su caso, el poder, no es un accidente.
Si lo sabrá la política vaticana.
En lo doméstico lo primero que hizo fue rescatar a una Cristina acorralada para sutilmente colocarse en la punta de la piramide, que siempre fue el peronismo en su estructura política, sin que casi nadie lo advirtiera.
El populismo en su vertiente américana comulga con su idea de justicia social y religión, contra una
una Europa liberal y atea.
CFK no entendió la amable “sugerencia” de su Santidad acerca de quien debía acompañar a Scioli en su candidatura presidencial en la estratégica Provincia de Buenos Aires.
No era un capricho, era una convicción.
Eso le valió un “castigo desmedido” con consecuencias no deseadas y menos imaginadas por parte de Bergoglio, quien se ocupo de hacer campaña y darle a Vidal la estructura que nunca podría haber tenido para garantizar su triunfo allí.
La derrota de Scioli, fue su primera derrota política en su fuero íntimo,lo sumió en un fuerte enojo.
La democracia liberal y no confesional volvia al poder en su Patria como en los asiagos tiempos para la Iglesia de las presidencias de Roca o peor aún Pelegrini.
Ahora puedo influir en el mundo como por ejemplo en Cuba y su relación con Estados Unidos, pero en “casa” no se me consulta, reflexiono Bergoglio amargamente justamente el día que tenía que recibir a Macri, o al menos eso se puede imaginar por su rostro.
Al menos todos estos episodios si le sirvieron para que gran parte de la dirigencia del PJ con los Kirchneristas incluidos comiencen a reconocerlo como el “gran hermano”.
Sabedor de manejar y construir grandes simbolismos, la invitación a la Señora de Bonafini cumple con un doble rol: alinear a todo el “movimiento popular” y molestar al gobierno.
Es posible que se reserve para sí un papel protagónico en la ya declarada interna peronista y en la construcción de las opciones electorales para el 2017.
Un frente social liderado por el peronismo es una idea que quienes lo frecuentan con alguna asiduidad dicen que sería de su preferencia.
Eso sí es seguro que volverá a “jugar” políticamente en las elecciones de medio término.
En realidad tanto el Papa Francisco como Bergoglio, claro esta en distintos planos, combatirán siempre a las democracias constitucionales liberales, sean estas conservadoras o socialdemócratas.
Es parte de una lucha que lleva mas de 2000 años.
En occidente gracias al iluminismo entre otros factores igualmente importantes nos hemos logrado liberar de las teocracias aunque no de las dictaduras y los populismos.
En última instancia, como recordara hace muy poco el Profesor Loris Zanatta, en un artículo publicado en distintos diarios de europa, Bergoglio tiene una fuerte inclinación en señalar con fuerza las responsabilidades en materia humanitaria de algunos países europeos e ignorar la sistemática violación de derechos humanos en países de América del Sur, Centro América, África u Asia, ni identificar a sus gobernantes, algunos de ellos verdaderos asesinos y ladrones profesionales.
No es que no lo sepa. Hay otras prioridades.
@r_jaen
